IGNACIO ZOCO, SU ÚLTIMO CAPITULO

Ésta semana en su blog Ángel Inda, termina con la semblanza que comenzó con la muerte de éste navarro ejemplar. 
Por si alguien no conoce todavía a Ängel Inda, os comentaré que es un músico todoterreno, que igual toca el órgano en la Parroquia de Mutilva, que la acordeón o su bandurria en varias Rondallas de Pamplona, fue responsable de personal de una gran empresa navarra y periodista deportivo en varios formatos, prensa, radio y televisión, hoy nos comenta su última entrada.

ÚLTIMO CAPÍTULO DE LA VIDA DE IGNACIO ZOCO PARA QUIEN PEDIMOS LE DEDIQUEN UNA CALLE EN PAMPLONA

Llevaba tiempo intentando vencer la batalla a una grave enfermedad. Con el mismo espíritu combativo con el que lo hizo en los terrenos de juego. Sin embargo, un soleado lunes, el pasado 28 de septiembre de 2015, Ignacio Zoco, tuvo que ceder a esa lucha que le dio el definitivo jaque mate.

Zoco era el cuarto miembro de una familia de cinco hermanos. Nacido en Garde (Navarra) el 31 de julio de 1939.

El Oberena le dio la oportunidad de demostrar su valía futbolística. Un modesto club en el que los jugadores se tenían que ocupar de su vestimenta. Siendo jugador de este equipo pamplonés, estuvo a prueba en el Atlético de Madrid y en el Español de Barcelona, pero ninguno de los dos decidió ficharle. En 1959, tres temporadas después de jugar en Oberena, firmó por Osasuna. Tras su primer año en el equipo rojillo, el Barcelona no sólo se interesó por Zoco y Félix Ruiz, sino que llegó incluso a tener una opción de compra sobre los dos citados jugadores.

Ignacio, un hombre cordial, sereno y simpático que te solía saludar con interrogantes. "¿Qué tal vas, chaval?", era su saludo habitual. En una de esas conversaciones se refirió a cómo fichó por el Real Madrid. Tan original que vale la pena recordarla. "Una tarde de mayo de 1961, Félix Ruiz y yo nos fuimos a ver una película. Félix entró en el cine Rex y yo en el Príncipe de Viana. Cuando más interesante estaba se me acercó un acomodador y me dijo: 'Váyase usted al club urgentemente'. Salí echando leches y en la Plaza del Castillo me encontré a Félix Ruiz, al que le habían dicho lo mismo que a mí. '¿Dónde vas?', le pregunté. 'Al club, ¿y tú?', le dije. 'Al mismo sitio', me respondió. '¿Tú has hecho algo, Ignacio…?' 'Yo no, ¿y tú…?' 'Yo tampoco'”.

Y añadió Zoco: "Con este diálogo y algo preocupados llegamos a la entidad osasunista. El presidente, Jacinto Saldise, nos recibió en su despacho, en el que estaba Antonio Calderón, gerente del Real Madrid. Sin perder ni un minuto, Saldise nos dijo: '¿Dónde queréis marcharos, al Madrid o al Barcelona?' Nos miramos Félix y yo y al unísono exclamamos: '¡Al Madrid!' El presidente de Osasuna nos ofreció la opción de ir al Barcelona porque el club catalán tenía un derecho sobre los dos. Félix Ruiz se incorporó al Madrid ese mismo año y yo al siguiente". 

Ignacio Zoco debutó oficialmente con el equipo blanco el 22 de septiembre de 1962. Fue en la segunda jornada de Liga, frente al Deportivo, con triunfo del Madrid por 2-1. En sus doce temporadas en las filas madridistas jugó 434 partidos oficiales y marcó 16 goles. Ganó siete Ligas, dos Copas de España y una Copa de Europa. En sus 25 encuentros internacionales con la camiseta de España, Zoco destacó siempre por su entrega y coraje. Siendo jugador de Osasuna, en Segunda División, el entonces seleccionador, Pedro Escartín, le brindó la oportunidad de debutar con el equipo español. Fue en Cardiff, en el estadio de Ninian Park, el 19 de abril de 1961. España se impuso a País de Gales por 2-1.

Su adiós definitivo al fútbol resultó tan original como su ingreso en el Real Madrid. Otro hecho de su vida deportiva que Zoco, en otra de la charla que mantuvimos, evocó con estas palabras: "En febrero de 1974, en partido de Liga, el Barcelona nos endosó un 0-5 en nuestro campo. Un resultado que todos los jugadores teníamos clavado. Aquella espina nos la sacamos con creces en la final de Copa de aquel año, en la que ganamos al Barça por 4-0 en el estadio Vicente Calderón, uno de los días más gloriosos de mi trayectoria deportiva. Grosso tuvo el detallazo de que le sustituyera en el minuto 85. Así, como capitán del equipo, recogí el trofeo de manos del Jefe del Estado".

"Estando concentrados en el hotel Mindanao -continuó-, me reuní en una habitación del hotel con Amancio, Grosso, Velázquez y Pirri. Tomándonos una copa les dije que el día 30, después de jugar la final, me retiraba definitivamente del fútbol. También les confesé que Bernabéu, que siempre me llamó paleto, no lo sabía y que no paraba de decirme: "Tienes que seguir otro año más, paleto. Aunque sea para tomar el sol en la Ciudad Deportiva, que te lo mereces por todo lo que has dado por este club".

"Como no conseguía convencerme, un día nos invitó a cenar a mi mujer y a mí. En el restaurante le dije: 'Don Santiago, yo me voy'. Me respondió: 'Con lo cabezón que eres, paleto, será difícil el que te pueda convencer'. Después le comenté: 'Sólo le voy a pedir una cosa: que me den un partido-homenaje'. 'Eso está hecho, paleto. ¿Qué equipo quieres que venga a tu homenaje?', me preguntó y le contesté: 'El Bayern de Múnich, que es el actual campeón de Europa'. A continuación, me volvió a preguntar: '¿Tú el dinero para quién lo quieres: para el Baryen o para ti? Como creo que confías en mí, déjame que yo te organizaré el partido´". 

"Don Santiago trajo al Panathinaikos, que por aquellas fechas entrenaba Puskas. El campo se llenó hasta la bandera y resultó un gran éxito. Tampoco puedo olvidar que el Elche me ofreció el triple de lo que ganaba en el Madrid para fichar por el equipo ilicitano. Entonces me dije: me pueden pagar el oro y el moro, pero a mí no me gritan viejo, estás acabado o chorizo. Volviendo a recordar a don Santiago le puedo asegurar que era una persona honrada, humilde, recta, trabajadora, ilusionada y un hombre de lo que ahora carece el Real Madrid en la presidencia del club".
La eficacia al servicio del fútbol defensivo era la primordial condición que Ignacio puso de manifiesto a lo largo de su excelente trayectoria deportiva. Zoco, además, fue un compendio de entrega y honradez excepcional en sus doce temporadas al servicio del Real Madrid. En 1982 regresó al club como directivo del Castilla. Cuatro años después, asumió el cargo de delegado del primer equipo, labor a la que renunció en 1998. Ejerció durante varios años la vicepresidencia de la Asociación de Veteranos del Real Madrid. Tras fallecer Alfredo Di Stéfano, ocupó el cargo de presidente de la citada Asociación. Se nos ha ido para siempre un auténtico caballero del fútbol español: Ignacio Zoco.

PRÓXIMO REPORTAJE: VAMOS A CERRAR ESTA SERIE DE CAPÍTULOS SOBRE LA BIOGRAFIA DE IGNACIO ZOCO CON MI ENTREVISTA EN EXCLUSIVA A DON SANTIAGO BERNABEU EL 5 DE OCTUBRE DE 1973 EN QUE DESCRIBE LA FIGURA EJEMPLAR DEL BRAVO NAVARRO PARA EL QUE PEDIMOS LE DEDIQUEN UNA CALLE DE PAMPLONA.