domingo, 14 de febrero de 2016

URBICAIN (NAVARRA)






Hoy traemos de la mano del de Blog de Faustino Calderón, otro pueblo deshabitado, ésta vez se trata de Urbicain en el Valle Izagandoa.
Un pueblo deshabitado recientemente ya que la visita de Faustino calderón transcurrió entre los años 2008 y 2011.


NO ES LO MISMO DESHABITADO QUE ABANDONADO.

Todos los pueblos abandonados están deshabitados pero no todos los pueblos deshabitados están abandonados



Urbicain (Navarra)


Agradecimiento para Ildefonso Ascunce de Casa Pedroz, último vecino en marchar de Urbicain, con sus 96 años espléndidamente llevados, excelente informante sobre el pasado de su pueblo.


Urbicain es un pueblo situado en llano en una pequeña prominencia del valle de Izagaondoa a la vera de la Peña Izaga.
Siete viviendas componían este lugar, algunas de ellas de buen porte y todavía en relativo buen estado, dedicadas a la agricultura (avena, trigo y cebada) y a la ganadería con la oveja como animal fundamental. Ovejas dedicadas a la cría del cordero, muy apreciado para su venta que llevaban a vender a Aoiz y a Lumbier.
No conocieron nunca escuela en el pueblo por lo que los niños bajaban diariamente hasta la de Turrillas. Tuvieron cura residente (don Narciso) que años más tarde se bajó a vivir a Turrillas como bien recuerda Ildefonso Ascunce:
´´ El cura vivía aquí en Urbicain en la abadía y llevaba nuestro pueblo y el de Izanoz porque en aquel entonces un cura no podía llevar más de dos pueblos, cuando ya se aumentó esa normativa se bajó a vivir a Turrillas porque también le adjudicaron aquel pueblo además de Indurain ``.
El médico acudía en casos necesarios desde el pueblo de Urroz montado a caballo y el cartero venia desde el pueblo de Artajo.
Celebraban sus fiestas patronales el día 2 de septiembre en honor a su patrón San Esteban. Así recuerda Ildefonso Ascunce estos días festivos:
´´ Cuatro días duraban las fiestas en los que además de misa y procesión se hacia una ronda con los músicos por las casas del pueblo donde les obsequiaban con moscatel y rosquillas. El baile se hacia en la calle o en el interior de alguna casa si llovía y solía ser amenizado unas veces por el ciego de Aibar con bandurria acompañado de su hijo y otras veces por un acordeonista de Aldunate. Cada año era una casa distinta los que hacían de mayordomos y se encargaban de dar comida y alojamiento a los músicos.
El último día de la fiesta los mozos pagaban una cena para todo el pueblo ``.

Llegaron a conocer la luz eléctrica procedente del molino de San Vicente en Urraul Bajo, pero ello no fue impedimento para que las gentes de Urbicain se fueran marchando en busca de un mejor futuro, principalmente a Pamplona, lo que unido al envejecimiento de la población, el pueblo iba agonizando y así en los años 70 todas las tierras y casas de Urbicain excepto Casa Pedroz fueron vendidas a un hacendado catalán que lo utilizó como explotación agrícola y ganadera. Hasta hace pocos años salia humo de alguna chimenea en Urbicain pues hubo presencia humana hasta el año 2004 en que Ildefonso Ascunce y su mujer Rosario Cia cerraron la puerta de su casa (Casa Pedroz) debido a su avanzada edad y se marcharon a vivir a Lumbier.

Visitas realizadas en solitario en diciembre de 2008 y octubre de 2011.

PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.

Foto cedida por Fernando Hualde

Placa en azulejo situada a la entrada del pueblo.




Entrada al pueblo por la carretera.




Entrada al pueblo por el camino de Izánoz.




San Esteban de Urbicain, adosada a ella la abadía.


Casa Melchor. Era la más pudiente del pueblo.
Fernando Hualde hace una descripción de la casa y de su pasado en un excelente reportaje: El ventanillo de Casa Melchor.




Calle de Urbicain. Al fondo Casa Pedroz.




Casa Pedroz, la última vivienda que se cerro en Urbicain. Gran portalada con dovelas de muy buena factura.




Casa Icurgui, soberbia edificación.




Calle de Urbicain. Casa Pedroz y Casa Icurgui.




Casa Echalaz y lateral de Casa Icurgui a la derecha.




Casa La Rosa.




Calle de Urbicain.




Foto cedida por Fernando Hualde

Entrada al molino de Urbicain, se encuentra en ruina y devorado por la vegetación, era propiedad de Casa Melchor y en el siglo XX lo adquirieron los de Casa Icurgui. A el venian a moler los de Turrillas y los de Izánoz.
Fernando Hualde incansable investigador de todo lo relacionado con el patrimonio navarro muestra una vez más un impagable trabajo de documentación y de recuperación de la memoria de esta pequeña joya caida en el olvido: El molino de Urbicain.

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