El monte Treku (Alto de las Bordas Viejas) se ubica en el cordal de Andia, municipios de Goñi y Ollo y en el monte comunal de Urbasa-Andia. El recorrido comienza en el pueblo de Goñi y el objetivo de la ruta es ascender hasta el monte Treku o Alto de las Bordas Viejas. Cosa que hacemos con la ayuda del blog elnavarrincon
Treku (1264 m.)
DIFICULTAD: Algo de desnivel, seguir los hitos
IDA Y VUELTA: 3 horas 30´
DESNIVEL: 344 m.
DISTANCIA: 8, 5 km.
Ni la juventud sabe lo que puede, ni la vejez puede lo que sabe.
José Saramago
Abajo en el valle, una niebla densa como un océano de algodón destruía el paso de la luz que llegaba mortecina a los campos húmedos y fríos. En las cumbres, la mañana era radiante, un cielo azul intenso recortaba las copas de los árboles que iban perdiendo sus hojas, láminas de oro y bronce arrastradas por torbellinos de aire que las elevaban en espirales multicolores. Sentíamos navegar en un navío de piedra, inmersos en un mar blanco y esponjoso, rodeados de montañas que azuleaban en la distancia y que simulaban islas desconocidas. (Germatore)
Amanecer en Goñi.
El recorrido de hoy comienza en la parte más alta del pueblo de Goñi, pasando junto al frontón y la ermita de San Esteban, sale una pista que sigue ascendiendo en dirección a la ermita de San Miguel de Goñi. A unos cuatrocientos metros hay un cruce de caminos, nosotros seguiremos a la izquierda en dirección a la ermita por la pista principal, que todavía mantiene parte del asfalto original. Tras pasar este primer cruce, llegamos a un desvío a mano derecha que debemos seguir, abandonando ya el camino de la ermita.
Abandonamos la pista principal y tomamos este desvío a la derecha.
Subimos unos 100 metros y nos desviamos a la derecha por una senda no muy bien señalizada pero que se ve claramente. Este punto es importante.
Subimos la cuesta y cogemos este desvío a la derecha.
Paseamos por una zona de pastos para el ganado en un paisaje verde, bajo el cielo azul.
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Caballo posando
Pastos en Goñi.
Tras un rato de caminar llegaremos a un portillo, lo cruzamos.
Cruzamos este portillo.
Seguimos avanzando entre zonas verdes y pequeños bosquecillos, con el Treku a mano izquierda, rodeando sus faldas en un paseo agradable.
Bosquecillo en las faldas del Treku.
Llegamos hasta una valla que tenemos que cruzar.
Pasamos esta valla.
Nos adentramos en la espesura del bosque. Estamos en otoño y este se hace sentir con toda su fuerza, las hojas doradas y cobrizas cuentan sus horas.
 Haya dorada. |  El camino por el bosque. |
Nos dejamos seducir por el silencio. Sin un ruido, el paseo suave por el bosque es muy relajante, los árboles sirven de terapeutas mudos, pero hay que estar atentos al camino principal que está señalizado con hitos de piedras.
Seguir los hitos de piedras.
Salimos del bosque y debemos seguir atentos a los hitos de piedras.
Seguimos atentos a los hitos de piedras.
llegaremos a la altura de una valla que nos conduce directamente a la cima del Treku.
Seguimos la valla hasta el final.
Desde la cima contemplamos las antiguas bordas de pastores de Andía ya derruidas, la cumbre inconfundible de San Donato y al otro lado los montes que azulean sobre la niebla.
Bordas derruidas.
San Donato.
Vistas desde Treku.
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