MADALENAITZ / RECORRIENDO NAVARRA
MADALENAITZ
Es la tarea para este finde y para ello tomamos la autovía de la Sakana y nos salimos en Irañeta. Seguimos por la calle principal hasta las últimas casas del pueblo. Aparcamos el coche en una plaza y comenzamos a caminar por la pista, que se aleja del pueblo remontando el curso del río junto a una de sus orillas. Cruzaremos un puente y seguiremos por este camino envuelto en una frondosa vegetación.
Madalenaitz (861 m.)
DIFICULTAD: Encontrar la cima entre el espeso bojedal y el descenso (opcional) por el paso de la soga.
IDA Y VUELTA: 3 horas
DESNIVEL: 460 m.
DISTANCIA: 10 km.
"El poder corrompe"
Porkeria.T.
Sentí el olor amargo que despide el miedo. Aquel crepúsculo fulgurante presagiaba alguna profecía. Un aire caliente, como aliento del diablo, peinaba la ciudad sin tejados, abandonada y desnuda, iluminada por los últimos rayos de sol; cristales afilados que explotaban en agujas incandescentes de luz. Cielo y sangre se fundieron en el horizonte carmesí, donde las montañas recortaban siniestras siluetas de fantasmas negros, mientras el sol se ahogaba en un charco de bruma naranja. (Germatore)
Atardecer desde Iruña. Txurregui,Gaztelu y en la esquina S.M de Aralar.
Hoy voy a realizar una ascensión a un monte situado en las faldas de San Miguel de Aralar. Madalenaitz se caracteriza por las majestuosas paredes verticales en una de sus caras, que bajan desde la cima hasta la base de la montaña. Es un camino que combina pista, senda y estrechos vericuetos antes de llegar a la cima. El descenso lo haré por el paso de la soga, muy vertical y solo lo recomiendo para montañeros expertos y con G.P.S.
Estampa de Madalenaitz.
Tomamos la autovía de la Sakana y salimos en Irañeta. Seguimos por la calle principal hasta las últimas casas del pueblo. Aparcamos el coche en una plaza y comenzamos a caminar por la pista, que se aleja del pueblo remontando el curso del río junto a una de sus orillas. Cruzaremos un puente y seguiremos por este camino envuelto en una frondosa vegetación.
Cruzamos el puente a las afueras de Irañeta.
Nos dirigimos hacia la mole de Madalenaitz.
Llegaremos a un hasta una valla junto a un panel informativo, la cruzamos y más adelante, en una bifurcación, continuamos por la derecha hasta el nacedero de Irañeta.
Cruzamos esta valla junto a una casa rural.
Aquí tomamos el desvío de la derecha.
Llegamos al nacedero y cruzamos el río. Una vez en la otra orilla nos dirigimos a la derecha hacia un gran castaño y ascendemos por una senda situada junto a él.
Nacedero de Irañeta.
Ascendemos por la senda junto al castaño.
Esta senda nos conduce de nuevo hasta la pista. Caminamos bajo las paredes de este pequeño coloso, rodeados de un espeso bosque hasta llegar al final de este camino.
Paseo bajo las paredes del Madelenaitz.
El camino por el bosque.
Cuando el camino claramente marcado llega a su fin tenemos tres direcciones por las que seguir. Uno sigue de frente, otro a la derecha y otro más a la derecha (unos 180º). Tomaremos el segundo, un camino ancho que sale a la derecha.
Tomamos el camino del medio.
Este camino asciende hasta unas rocas donde volveremos a girar a la derecha para recorrer el lomo de la cresta de esta singular montaña.
Al llegar a las rocas otra vez a la derecha.
La senda recorre toda la cresta.
Recorremos esta bonita cresta con la Sakana a nuestros pies y Artxueta en frente nuestra.
Continuamos por la senda dibujada en el suelo del bosque.
Al final de esta senda nos encontramos con la principal dificultad de esta cima. Un denso bojedal oculta la senda que nos conduce a la cima. Hay que estar atentos a los hitos de piedras y a algún trozo de plástico atado a los bojes. Este último tramo de bojedal no es muy largo, con un poco de paciencia encontraremos el buzón.
Al llegar a estas rocas giramos a la izquierda.
Una referencia: la senda discurre entre los dos árboles.
Frente a Madalenaitz San Miguel y Artxueta nos contemplan.
Buzón en la cima.
Para regresar, podremos hacerlo por el mismo camino o bien regresar hasta un punto donde el bosque distancia los árboles entre sí. En este punto bajamos al recto y descendemos por una senda casi vertical. Un tramo está preparado con una larga soga para poder sujetarnos en esta dura pendiente.
Al llegar a estos árboles a la izquierda (90º).
El paso de la soga.
Esta senda nos lleva hasta un camino que debemos seguir hasta regresar al pueblo.
Seguimos el camino hasta el pueblo.
Para culminar esta excursión os recomiendo visitar los robles de irañeta (M.N. 45 de Navarra). Que es un corto paseo por un robledal de árboles increíbles.
Robles de Irañeta (M.N. 45)
POR : GERMATORE
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