lunes, 31 de agosto de 2015
CANTANDO EN EL TIEMPO...... COMENZAMOS
COMIENZA EL NUEVO CURSO
Después del periodo vacacional comienza nuestro nuevo curso 2015-2016. El lugar de ensayo es el de siempre y las horas son las mismas, el grupo de guitarras comienza su andadura el miércoles día 2 de Septiembre a las 19.30 horas y el coro lo hará el viernes día 4 a las 18.30 horas.
Ya sabemos por el grupo de whatsapp que hay gente de vacaciones, pero lo importante es que comencemos a repasar nuestro repertorio habitual que después de tantos días seguro que lo tenemos un poco olvidado y recordaros que el próximo concierto lo tenemos muy pero que muy cerca.
Bueno compañer@s, hastta pronto.
viernes, 28 de agosto de 2015
FLAMENCO ON FIRE - MISA FLAMENCA SINFÓNICA-1 / PAMPLONA 2015
Segunda parte de La Misa Flamenca Sinfónica celebrada en Pamplona, en dónde aun resuenan los ecos tras el éxito de crítica y público de la obra de Paco Suárez "! AY UNDEVEL!".
Debajo quedan los tres vídeo que faltaban, como los anteriores grabado en directo por Navarra Televisión.
Esperamos que tras el éxito de ésta misa y los siguientes estrenos dentro de "Flamenco on Fire", Pamplona siga siendo un ciudad importante dentro del flamenco.
El Padrenuestro, comienza con el sonido de la orquesta a la que se incorporan las guitarras y una explosiva voz de Remedios Amaya.
La Paz, con un cante a cargo de Kike Morente y el baile de Juan Ramirez apoyado sobre la voz del "cantaor" , sencillamente impresionante.
La Consagración, la oración de los sacerdotes, mezclada con ritmos y cantes gitanos.
Comienza el "Obertura" con un coro potentisímo al que se le incorpora el ritmo de las guitarras, el canto triste y emocionado del Tio Selín y la flauta de un fenomenal Jorge Pardo.
Le sigue un Kyrie, alternante entre coro y orquesta con un precioso cante de Kike Morente.
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COSICAS DE PAMPLONA-FLAMENCO ON FIRE
NAVARRA, ZONA ESTELLA (1) LO CUENTA QUIEN NOS VISITA
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EL CERCO DE ARTAJONA |
NAVARRA ZONA ESTELLA (1)
Desde el blog eduyeri.com, nos acompañan a conocer lugares pintorescos, lujos gastronómicos, antiguas poblaciones romanas, pueblos emblemáticos del Camino de Santiago etc, de nuevo agradecer a Eduardo y Erika su visión de nuestra tierra y por nuestra parte invitar a la 46 Semana de Música Antigua de Estella, que comienza el próximo 1 de Septiembre
Navarra ’09 – Capítulo IV: Museo de la Trufa, Metauten, Puente La Reina, Poblado Romano de Andelos, Cerco de Artajona, Dólmenes de Artajona, Adiós, Muruzábal, Obanos, Santa María de Eunate y Cirauqui (Día 3)
Publicado el 6 diciembre, 2012
A pesar de que el día anterior fue agotador las vacaciones acababan de empezar y de momento no flaqueaban las fuerzas, por lo que madrugamos para hacer otro día de excursiones. Aunque ya teníamos idea de ver algunos pueblos que habíamos visto en Internet, la noche anterior estuvimos planeando la visita. Todos estaban cerca (no más de 15 kilómetros como máximo entre unos y otros) y eran pequeñitos, por lo que fuimos añadiendo cosas y cosas a la lista hasta encontrarnos con que queríamos ir a unos diez sitios. Parecía imposible, pero… ¿Quién dijo miedo?
Lo primero que fuimos a visitar fue el precioso puente que da nombre al pueblo, el cual lleva siglos y siglos viendo como un incesante flujo de peregrinos pasa a diario por sus piedras. Es un sitio mágico que invita a la reflexión, muy transitado a cualquier hora del día -es un lugar de paso obligado para los peregrinos- y que merece la pena unos minutos para ser contemplado desde distintos ángulos. Cruzarlo en dirección hacia Puente la Reina es una sensación única.
“Pasamos por delante de la iglesia de Santiago, que lucía una hermosa portada de ejecución mozárabe, y atravesamos la rúa Mayor, flanqueada por multitud de palacios y de casas con linaje -los escudos nobles podían verse sobre los portalones-. Al final de esta calle se encontraba el famoso puente que daba nombre y fama a la ciudad.”Iacobus (Matilde Asensi) (pp. 162-164) |
La estructura de la villa está claramente definida por la influencia del Camino de Santiago, lo que ha venido a dar una tipología urbana conocida como pueblo calle. ¿Qué quiere decir eso? Pues que toda la vida del pueblo se orquesta entorno a una calle -en este caso la Calle Mayor o Kale Nagusia-, que es por la que pasa el Camino de Santiago y por la que el tránsito de peregrinos ha hecho que afloren iglesias, albergues y lugares de interés. Así, al igual que vimos en Estella un par de días antes, se trata de una calle con infinidad de detalles: una puerta de madera curiosa, una inscripción en una fachada, un blasón de piedra… Lo mejor es ir con calma y con los ojos bien abiertos para disfrutar al máximo de pueblos tan bonitos como los que hay en la Comunidad Foral de Navarra.
A mitad de calle está la Plaza de Julián Mena, que representa perfectamente el urbanismo del siglo XVIII navarro. Además, en ella está el Ayuntamiento del pueblo, por lo que es lugar de paso obligado no tanto para los peregrinos como para los habitantes de Puente la Reina. La plaza nos encantó no solo por los conjuntos de arcos, sino por los edificios del fondo a diferentes alturas. Vamos, que aunque todo el mundo piense en el pueblo como algo puramente medieval hay que prestar atención también a esta plaza y todo lo que en ella se contiene.
Andando un poco más, y ya en la Calle del Crucifijo, llegamos a la Iglesia del Crucifijo. Es un templo románico-gótico de dos naves, y la visita fue bastante curiosa. En la oficina de turismo nos avisaron que las puertas siempre están cerradas y que no suele haber nadie en el templo, pero que empujásemos y pasásemos a verla: ¡Vaya acierto! Es una iglesia pequeñita, sí, pero su interior es precioso. Además, poder visitarla y disfrutar un segundo de la oscuridad y el silencio te hace imaginarte aun más los sentimientos que millones de peregrinos han tenido al visitar ese mismo lugar a lo largo de los siglos.
Según nos dijeron, un poco más adelante está el Monumento al Peregrino, pero no lo encontramos. Además, tuvimos que andar un poco por una carretera que no parecía muy segura para los peatones, así que nos dimos la vuelta para volver a recorrer la Calle Mayor e ir al coche para visitar otro sitio. Sin embargo, cuando íbamos a volver a entrar nos dimos cuenta de que antes se nos habían pasado el Portal de Suso -un torreón que vigilaba el acceso al recinto amurallado- y las murallas de la ciudad.
Hacía un día muy bueno, e incluso pasamos algo de calor mientras visitábamos el yacimiento. Es bastante grande, pero está perfectamente explicado en el folleto que nos dieron y además hay una plataforma de madera para subirse y tener una perspectiva global del poblado. El asentamiento arranca antes de que llegaran los romanos, entre los siglos IV y III AC. Tras una serie de contactos, el esplendor de la ciudad se da entre el I y el II DC, época de la que datan la mayoría de los restos hallados. También hay algunas cosas medievales, pues Andelos se ocupó hasta que en el siglo XIV se abandonó por la escasez de recursos económicos.
Para llegar hay que subir una cuestecilla pequeña pero muy empinada, aunque merece la pena. Ojo con bajar a verlo, a pesar de las escaleras hay charcos cada vez que llueve y zonas con mucho barro.
El Cerco de Artajona es uno de esos lugares como Sos del Rey Católico, en los que a pesar de haber edificios de muy bella factura lo más interesante es pasear y perderse por sus calles. Nosotros hicimos eso, y vimos que el pueblo en la actualidad sigue habitado -incluso hay un montón de establecimientos en los que pasar la noche-, lo cual hace que sea aun más bonito, pues hay muchos balcones adornados con flores y las calles están limpísimas. Es un sitio pequeño y en un paseo corto se ve, pero a pesar de todo es muy agradable y es una visita imprescindible -como tantas otras- si se va a Navarra. Nos llama mucho la atención que no sea tan publicitado como Olite, Estella o Roncesvalles.
Ya a las afueras del cerco hay otra visita obligada, aunque implica pasar por un sendero de 3 kilómetros estrechísimo y sin asfaltar por el coche. Estamos hablando de los Dólmenes de Artajona, un conjunto prehistórico formado por el Poblado de Farangortea, el Portillo de Enériz y La Mina. Hay que andar bastante, por lo que fuimos al que más cerca estaba: el Portillo de Enériz. Se trata de las muchas muestras que hay en Navarra de la cultura del neolítico, y como aun no habíamos visto ninguna quisimos ir por ser algo que rompe con la tónica general del viaje, pues casi todas las visitas eran a núcleos medievales.
El edificio más destacado del pueblo es la Parroquia de San Andrés. Es una construcción de origen incierto, pues aunque la cabecera es del siglo XVI la nave podría ser medieval. En la puerta principal, en la parte superior, hay una escultura del propio San Andrés. A diferencia de todos los pueblos que habíamos visitado hasta el momento, las calles estaban prácticamente vacías, por lo que dimos un paseo muy tranquilo y silencioso -algo que no está de más de vez en cuando-.
Una vez dimos un paseíto por Adiós, dijimos adiós al pueblo (también aquí era imposible no hacer la gracia) y pusimos rumbo a Muruzábal. Fue mucho más fácil llegar aquí que a Adiós, aunque el pueblo es más o menos similar: pequeñito, no muy turístico y sin embargo precioso en su conjunto. Uno de los edificios más destacados es el Palacio Cabo de Armería de Marqués de Zabalegui (foto de abajo a la izquierda), de principios del siglo XVII. Es muy interesante porque sigue el estilo del siglo anterior, pero incorporando elementos decorativos muy barrocos. Hay algunos edificios más, relacionados con el mundo enológico y con el religioso, siempre omnipresentes en Navarra.
¡Que trajín de día! Cuando terminamos de ver Muruzábal (es un lugar muy pequeñito, en media hora andando muuuy tranquilos se recorre perfectamente) cogimos el coche y fuimos a parar a Obanos. Esta localidad, que sigue siendo preciosa aunque no tiene el esplendor de antaño, fue en tiempos el lugar de reunión de la Junta de Infanzones de Obanos, la asamblea de los infanzones navarros que en la Edad Media canalizaba los procedimientos para defender sus intereses y luchar contra sus enemigos. En la actualidad quizá el pueblo sea más conocido por el Misterio de Obanos, una macro-obra de teatro que se celebra en los años pares y en la que participa prácticamente todo el pueblo.
El edificio de mayor envergadura es la Parroquia de San Juan Bautista, que a comienzos del siglo XX sustituyó a una iglesia de estilo gótico que estaba en muy mal estado. En cuanto a la arquitectura civil, la Plaza de los Fueros es preciosa, quizá de las plazas más bonitas que hemos visto en Navarra.
Tras el helado (que supo a gloria) y el descansito volvimos al coche para ir a parar a la penúltima etapa de nuestro particular maratón: la Ermita de Santa María de Eunate, que, por cierto, está en el término municipal de Muruzábal. Es una iglesia preciosa, paradigmática del románico (de hecho es de las que se suelen estudiar en bachiller) aunque no exenta de misterios: se desconoce su origen, su estructura octogonal es poco frecuente, no se sabe que uso pudo tener…
“Perdida en la soledad de los campos, su espadaña guiaba al peregrino a través de una vasta llanura desolada. […] Entramos en la ermita por una de las dos aberturas del claustro exterior y, circulando por su deambulatorio […] penetramos en el interior de la capilla por la puerta norte.” Iacobus (Matilde Asensi) (pp. 152 y 159-160) |
De todas formas, es innegable que el interior es una joya. En especial destaca la cúpula peraltada de ocho nervios, con claras -a la vez que extrañas- influencias árabes. Como es un lugar pequeño, en cuestión de minutos puede cambiar totalmente la visita. Nosotros entramos dos veces: la primera, en la que todo era muy espiritual por estar vacío -a excepción de tres personas rezando, que hacían más mística la estampa-; y la segunda, en la que había una atmósfera guiri increíble gracias a las hordas de señoras hablando en voz alta. Evidentemente es más recomendable la primera, así que si vais y está todo lleno de gente lo mejor que podéis hacer es ir a ver el exterior e intentarlo un poco después.
Aquí también hubo momentos para estar sentados y descansar, pues las fuerzas realmente escaseaban. Hicimos un esfuerzo y fuimos a nuestra última estación:Cirauqui. Es otro lugar salpicado claramente por el camino de Santiago -de hecho todo estaba lleno de albergues y hospederías-, además la gente siempre está dispuesta a ayudarte. En nuestro caso, unas señoras muy amables nos indicaron el camino a seguir.
Y es que en este caso íbamos a tiro hecho, pues el principal atractivo del pueblo -aunque hay otros muchos, pero eso no lo sabíamos hasta llegar allí- es la calzada romana que sale del pueblo. Además de estar muy bien conservada, la calzada cuenta con un puente-éste en estado ruinoso- también de época romana. Como ya hemos dicho, estábamos cansadísimos, y Cirauqui no ayudó lo más mínimo: para llegar a la calzada hay que subir y bajar unas cuantas cuestas. Para que nos hiciéramos a la idea, una de las señoras que nos indicó el camino nos dijo que las cuestas “duelen un poco”.
Otra cosa no, pero Cirauqui es un pueblo muy animado. Como ya hemos dicho, en todos los carteles y en todas las guías se hace alusión a la calzada romana, pero el ambiente del Camino de Santiago es increíble en este pueblo. Fruto de este contexto es la Iglesia de San Román, un edificio del siglo XII -aunque muy reformado-. Es el mejor ejemplo de que no solo del Imperio Romano vive Cirauqui.
Y ahora sí, después del día más agitado de nuestra vida turística (hasta ese momento) pusimos rumbo al camping. Había que recuperar fuerzas después de semejante maratón, pero la conclusión de todo esto es que había merecido conocer tantos lugares, edificios y personas a pesar del gran dolor de pies.
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BIGUEZAL EN NAVARRA |
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